martes, 13 de octubre de 2009

INVITACIÓN RETRETA COLOMBIANA


DE UN AMIGO DEL QUINDIO

Amigos carrangos:

El sábado 3 de octubre los escuché en Armenia, en la casa de Álvaro y Martha, sé que tienen su fotógrafa de cabecera, pero les tomé dos que les pueden gustar, - y si no las borran y no pasó nada


-La primera muestra que ustedes tiene los pies en la tierra
y la segunda que son corpóreos porque proyectan sombra.


Un abrazo sencillo para todos y uno doble para Natalí

Bernardo Correa

jueves, 21 de mayo de 2009

LOS DEMAS A MI PLIN


A MI PLIN
Significa indiferencia, desentendimiento o desinterés.
Se utiliza cuando una persona no se siente afectada por algún suceso o por cualquier otra circunstancia que atañe a otros.

Al parecer, el origen de esta expresión tiene relación con el general Juan Prim (1814-1870), antes de la Revolución de 1868, llamada "La Gloriosa"”. Algunos autores suponen que la expresión "A mí, plin" sería una corrupción de "A mí, Prim", lo cual se diría cuando a uno le preguntaran en aquellos tiempos tan políticamente turbulentos e inseguros por sus aficiones políticas.
Se dice también que ésta fue la expresión de cierta actriz cuando fue interrogada acerca de sus preferencias amorosas. Otros investigadores prefieren negar este origen histórico y sostienen que esta expresión es una de las muchas frases elaboradas en función de su sonido o sin ningún significado en absoluto.
Los autores de esta página está de acuerdo con esta última versión.

miércoles, 13 de mayo de 2009

DERECHOS E IZQUIERDOS

DEFENSA DE LA CARRANGA CAMPESINA

La música carranguera tiene sonido propio, su vitalidad consiste en que sobre si misma ha creado los cimientos que le permiten su ondear en los campos que labran los que a ella la crean, su estructura armónica tiene la fe en el minimalismo europeo; lo dice todo en la brevedad de un primero quinto (reposo-tensión-reposo), ¿que mas músico que el que sabe decirlo todo sin el artilugio del adorno?

Sus voces hablan de lo que son: campo ó ciudad y los hallazgos que estas vivencias representan están en sus disposiciones de terceras de borracho ó primeras dobladas por encima por una voz chillona y nasal, el carranguero no piensa en movimientos oblicuos, en saltos, en escapatorias, en bordaduras, el carranguero canta por que es su forma de conectarse con el universo que le ronda y lo consigue.

Enseñarle a un CARRANGUERO el hacer música es un acto de desconfianza, enseñarle a cantar es una acto de ignorancia e irrumpir en su libertad de expresión reorientando sus textos y sus líricas es llevar a la mesa de disección el sueño de la individualidad, del libre albedrío de la identidad que nos ubica en un punto especifico del planeta.

Por eso lo mas sensato en estos tiempos de nueva aculturación, es abrir espacios para que los músicos se cuenten, se delaten, compartan sus formas particulares de hacer y sentir la música, tal vez en ese espacio que nos seguimos negando; encontremos métodos de creación y composición mas fantásticos, entrañables y mágicos que los rudimentos académicos con los que se pueda pretender enseñar a un papá a hacer hijos.

La Música Carranguera existe, por que el campesino ha tenido a su mano y en su Garganta la necesidad de contar su vida, permitamos que esa mano y esa garganta sigan fluyendo sobre si mismas, desconfiar de su dinámica constante es perder la Fe en lo que nos convoca.

Primero escuchemos, escuchemonos, abramos espacios para contarnos y cantarnos y luego estableceremos las estrategias para reforzar las necesidades musicales y socioculturales que demanda el Artista Campesino.

AR


lunes, 4 de mayo de 2009

PALABRAS QUE NOS LLEGAN


El sábado pasado, estuvimos de cantorío en OTRA PARTE.

LA MÚSICA CARRANGUERA, sonó en el lugar de Fernando Gonzáles.

A los concurrentes amigos los unos, próximos por primera vez los otros, desconocidos se vale para algunos; les alborotó el alma los surrungueos de un género musical que con sus letras y melodias nos ha ido convenciendo de que nuestro Territorio Sonoro va más allá de la geografía y los concejos comunales.

Un amigable encuentro donde nos permitimos por primera vez en la ciudad, en un lugar de renombre cultural, hablar de lo popular y lo campesino sin tener que rayar en la vulgaridad y lo ordinario.

LA MÚSICA CARRANGUERA en Colombia es un movimiento que involucra a humanistas, investigadores, intelectuales y hasta a músicos.

Fue la primera de una serie de tertulias que haremos a lo largo de Todo el País, para ir convocándonos en torno a las músicas nuestras, a esas coplas, retahilas, dichos, trovas y cantas que entre sus líneas contienen las pistas para el retorno de nuestra identidad perdida.

Un amigo muy nuestro, de esos que parecen muy silenciosos pero que cuando hablan o escriben demuestran que no están perdiendo el tiempo en inutilidades,

¡válganos señor qué decimos! podría hacernos incurrir en el vértigo de sentirnos importantes... pero con amigos así decidimos correr el riesgo; por eso compartimos el siguiente texto que nos envió (se llama Hernan, pero no digan, publicaremos el texto con su seudónimo: "h")


PALABRAS QUE NO ME CALLO


Quizás las razones para cantar son las mismas que para callar,

Quizás las razones para decir son las mismas que para callar,

Quizás las razones para escribir son las mismas que para callar…

La diferencia es que cuando callamos dejamos al otro sin saberlas y nos las quedamos para nosotros.

¡QUE VIVA el que canta, el que dice y el que hace!, porque conjuran el silencio y le arrancan sus secretos.

¡Que valientes que son!, tienen el mismo miedo que los silentes pero no callan.

Su dicho, su letra, su hecho es su esencia puesta a la luz para otros, pero también para si mismos y es así como el propio canto se hace fortaleza, compañía y esperanza.

Siempre tendremos disculpas para callar, pero ustedes nos recuerdan que las mismas disculpas que nos sirven para escondernos en el silencio, sirven para sonreír o cantar, nos acuerdan que cuando cantas te acompañas, aunque solo lo hagas para ti mismo y siempre será mucho más fácil sonreír cuando te sientes un poco menos solo.

Gracias por tu canto, ¡gracias por no callar¡


h

martes, 14 de abril de 2009

PERFIL DE UNA VISITA



Que Fue de nosotros el día que no volvimos a visitarnos,
los alguitos con chocolate caliente y arepa de maíz sin pilar y los chismes y los recuerdos, y estos con sus risas y estas con sus respectiva dicha entre begonias y Novios que quedaban cortos al amoroso abrazo que la tarde le daba a los corredores, donde la luz también hacia de las suyas de manera caprichosa sobre las cortinas y calados de las ventanas.

Solíamos ver después a las tías cargadas con piecitos de todas las matas, aprovechando la luna menguante para robar dalias, amapolas, besos y ensueños,
como si la luna fuera la celestina de estos extravíos florales.

Nos quedaron algunos cuentos y poemas, varias canciones,
nos quedó el sentir del pueblo que no ha olvidado la conversa,
nos quedó la nostalgia, ahora que en vez de abrazo hacemos clic
y en vez de visitar los corredores entablados de los parientes y amigos
en busca del encuentro, nos buscamos en la Web
con la esperanza de no ser más que un recuerdo.

sábado, 4 de abril de 2009

SALVANDO MEMORIAS




LA RUANA

La ruana es de lana, las ruanas de lana las hacen de las ovejas buenas, es decir de las ovejas vírgenes, de las otras (las impúdicas) yo no sé qué hacen, imagino que nunca llegan a ser ruana, poco valor tendrían en el mercado de los puritanos que es a los que más nos da frío.Mi ruana es de lana virgen, menos por el hueco de la mitad que es por donde meto la cabeza, yo le quité la virginidad a mi ruana, a cambio ella me cubre además del frío de los malos juicios y ataques de miradas externas, afuera de mi ruana todo es rumor, cuchicheos y despistes, pero solo ella sabe de los asuntos que se urden por debajo de su afelpado abrigo.Una ruana de lana virgen es calurosa, peluda, tiene unos chucitos que pican cuando está muy nueva, las personas de tierra fría llevan puestas las ruanas todo el tiempo, las señoras hacen destinos, los hombres caminan el campo y los niños juegan al cuspe y saltan charquitos.La ruana es muy práctica, prácticamente es un atuendo aparatoso, difícil de llevar, quien no tenga experiencia puede verse en problemas con su desplazamiento como quedarse enredado en un chamizo del camino, meter las puntas en el plato de cuchuco de trigo ó más trágico aún atorarse en la punta de una reja del cementerio como le pasó al mono espinosa una noche de rezos de ánimas recostado en un mausoleo; al pararse súbitamente movido por un repentino ataque de pánico su ruana engarzada en la punta ya mencionada se le antojó una mano de muerto halándolo al precipicio de la muerte, con tal suerte que quedó allí profundo hasta el amanecer, eso sí, no helado porque hasta en los momentos más difíciles las ruanas saben hacer bien su trabajo.Por eso yo que soy muy listo le corte un lado a mi ruana y ahora pueden verme montar en bicicleta, jugar a la pelota, elevar cometas, tomar cerveza, bailar carranga, esquivar espantos y protegerme de los miedos, con mi vulnerada pero linda ruana de tres lados.

Nobsa - Boyacá29 05 08

jueves, 2 de abril de 2009

PALABRAS MAYORES


LO FORMAL DE LO INFORMAL
DESDE LA CARRANGA Y TAL
Jorge Velosa R.

Abran ventanas, portones,
orejas y corazones
que aquí llega Torbellino
y con su permiso señores.

Soy el mejor cantador
de habidos y por haber
y si no la queren crer
vayan poniendo cuidao
y verán que por mi lao
los voy a tener un rato
metiendo hast’el mesmo gato
en mi cuento y mi conversa
que con tal que no me tuerza
será un bonito relato.

Cantador viene de canta
qu’es en lo que yo me amaño
y ellas de cualquier tamaño
de una vez me van saliendo
de pedradita y sintiendo
cad’un’e mis ocurrencias,
quen veces son mis querencias
y en veces mis ilusiones
y otras más mis decepciones,
dolores y amalayares
que cuando toy en pesares
me salen a borbotones.

Me salen a borbotones
pero tamién el desquite
no se me tarda ni un pite
cuando hay jormas y con qué
y’onde quera que yo ‘té
igual me verán gozando,
por que tar solo berriando
sin parar ni una migaja
es echase la mortaja
tando vivito y coliando.

Canto y canta se me vienen
por herencia y porque siento
hacer de mi pensamiento
parte de la mesma vida
y ella como es entendida
lo coge y me lo degüelve,
endespués que lo regüelve
con el otro’e los demás
pa que yo siga al compás
de lo que pasa y sucede
qu’es com’una canta puede
salir siempre ras con ras.

La canta es la mesma vida,
por eso, cuando se canta,
uno siente qu’es el tiempo
que sale por la garganta,
que sale y que va saliendo,
que sale y nunca se acaba;
tal vez en eso consiste
el secreto de una canta.

Qué viva el canto y la canta,
qu’el canto y la canta vivan,
porque son la retentiva
de mi diario acontecer
y si los llego a perder
tuitico se me derriba.

Que viva el canto y la canta,
qu’el canto y la canta vivan.
Si ya tamos onde tamos
y ya hay algo ‘e conocencia,
me dice l’inteligencia
que ora si me suelte a ver
si logro hacerlos meter
en esta, la gran corona
de onde sacó mi persona
lo que van a conocer.

(Fragmento de la obra inédita
Abran ventanas, portones, orejas y corazones,
de Jorge Velosa)

Y así, también informalmente, hemos ido llegando a lo que hoy se conoce como MÚSICA CARRANGUERA,
que como ya lo hemos dicho por ahí, es canto, pregón y sueño, pensamiento, palabra
y obra; un amor cotidiano con la vida y sus querencias y un compromiso con el arte popular.
Lo carranguero o la carranga es la compañía de quienes hemos encontrado en ella con qué arroparnos,
mostrarnos y expresarnos, para ganar un espacio de identidad y regocijo, a partir de lo tradicional
amasado con lo cotidiano y la creación colectiva y personal.
Espero que el venirme por los versos, no signifique que me esté yendo por las ramas, pero, por
razones de tiempo, opté por las comparencias ante esta comparecencia, y así recorrer una vía y dos
mandados: el primero, contarles con lo que se da en casa –la carranga–, mis pareceres sobre el valor
del saber y el quehacer cotidianos, sobre el magín y el atisbao de la vida, ora en junta, ora en familia
o, como diría don José Antonio Romero, de a uno mero; también sobre el cómo la parentela nacional se
da sus mañas para saber y recordar donde ponen las garzas y de qué manera lo crea, recrea y expresa,
lo organiza y renueva, para volverlo vida y camino, andares y destino.
Y en el segundo mandado, también mis pareceres desde lo carranguero, sobre algunas inquietudes,
que, como la Carta de Gracielita, llegaron volando, volando, y que así voy contestando con algunas
coplas populares de cabecera:

El que ojende escribe en l´água
y el ojendido en la piedra,
el que ojende se le olvida
y el ojendido se acuerda.

El que tiene plata compra
y el que tiene mulas vende,
y uno que no tiene nada
hasta con mirar ojende.

Dejen a la guacharaca,
déjenla jilar su lana,
que tamién ella querrá
su guacharaco con ruana.

El hombre hiere la tierra
con la reja del arado,
y ella le devuelve en frutos
todo el dolor que le ha dado.

(Copla popular argentina)

Mientras las culturas orales no sean vistas (es que generalmente no las vemos, ni las oímos y
menos las entendemos), decía que mientras no sean vistas, tratadas y arropadas con respeto, querencia
y convicción de pertenencia, difícilmente podrán existir y menos con dignidad y autonomía.

Yo no jui que nací bruto,
que que naiden menseñó,
que si alguien llega a enseñame
quen sabe quen juera yo.

Ay pueblito de mi alma,
ay pueblito tierra mía,
con muchísimas tabernas
y ninguna librería.

Esas coplas que yo canto
dizque las llaman folclores,
malaya nombres tan raros
que ponen esos señores.

Y esta de don Antonio Machado:

Si me tengo que morir
poco me importa aprender,
y si no puedo saber
poco me importa vivir.

Debería ser posible el diálogo, y ojalá equilibrado, entre las culturas académicas y las populares.
En ese caso, la jerga, el habla, o la indormia, como diría un paisano, es determinante y creo que es a
la academia a la que más le corresponde conocer a su interlocutora, para lograr el acercamiento y una mutua comprensión y beneficio.

Cambio y cambeo,
dijo una niña en el rodeo;
cambio mi marido por el suyo
porque el mío ta muy feo.

Qué haremos mi bien, qué haremos,
tan chanchirientos que tamos,
juntemos nuestros chanchiros
y un solo chanchiro hagamos.

Vámonos y puel camino
porque aquí no se ha podido,
hasta poderse se puede,
firmeza es lo que no ha habido.

De producirse este diálogo intercultural, ambas partes se van a sorprender gratamente ante sus
diferencias y coincidencias, se alegrarán de su mutua presencia, encontrarán que pueden y deben
coexistir y que con ese cambio y cambeo de saberes saldrán fortalecidas, revitalizadas y mucho más cercanas. El trueque intercultural es muy importante, de no haberlo, la cultura que está en desventaja también quedará sentenciada a la desaparición forzada.

Boyaquito sigo siendo
del pasado y del futuro,
con un láser en el pecho
y un cuncho de peliagudo,
con átomos enruanados
y satélite coplero,
con armadura de barro
y espíritu carranguero.

(Fragmento de la canción Boyaquito sigo siendo. J.Velosa)

Ayer pasé por tu casa,
mi muy querida Lizbeth,
pero estabas conectada,
conectada a la Internet.

(J. Velosa)

En un mundo cada vez más globalizado, para bien o para mal, el conocimiento, uso y aplicación
de las nuevas tecnologías y formas comunicativas, por parte de las culturas tradicionales, es muy importante
para su existencia. Internet y celulares con todas sus posibilidades, tecnologías computarizadas
para publicaciones impresas, sonoras, visuales, audiovisuales y todo lo habido y por haber. La amenaza
principal y más lamentable es que la permanente avalancha tecnológica arrase con esas manifestaciones
culturales y otras cuantas. Entonces, a la par con ello, debe haber siempre un ojo avizor que le ponga
el cascabel al gato y también un ente que las proteja y salga en su defensa.

Para los males de amor
cataplasmas del olvido
y caricias de otro amor,
pero seguido, seguido,
hasta calmar el dolor.

Esta noche va a llover
porque lo anuncia la luna,
un aguacero de besos
sobre la jeta de alguna.

Tres cosas hay en la vida,
todas a cual más de pior,
quien da dinero prestado,
quien da sus cosas al fiado
y quien sirve de fiador.

Sacristán que vende cera
y no tiene colmenar,
es señas que ta metiendo
las uñas en el altar.

Las expresiones de la tradición oral son improntas vitales de los pueblos, algo así como su cadena
de ADN cultural, una manera casi que natural de transmitir el saber y el sabor colectivos y, por tanto, un modo muy eficaz de educar, formar, compartir, divertir, crear y recrear, seleccionar, coexistir, y todo y así, señora Dolores.

Yo soy una palomita
que sin tener alas vuela,
yo soy la quitapesares
y también la ponepenas,
la tan fiel con sus adentros
que el que me los quiera ver
tiene que romperme el pecho
para poderlos saber.

(Adivinanza J. Velosa)

El hombre dice quererme
y tratarme como hermano,
sin embargo fierros pone
en mi boca y en mis manos.

(Adivinanza popular)

Yo era la que más corría
y a todas partes llegaba
y de verde se vestía
lo que a mi paso quedaba,
todos me quieren tener
pero muy pocos me cuidan
y eso que soy el secreto
el secreto de la vida.

(Adivinanza J. Velosa)

Profesora de primero,
mi cuaderno en blanco tengo,
dónde meto mi plumero,
ya que sin tintero vengo.

(Abraham Forero)

Écheme una y écheme otra,
que vengo de Saboyá,
porque antes no sabía nada
y este año sí sabo ya.

La presencia de las culturas orales y las tradiciones culturales en la educación formal e informal
debe ser no solo un ca-ca ca-ca careado propósito, sino un quehacer permanente, para el cual medios de comunicación, instituciones y sus propios; empresas y empresarios, gestores, artistas, maestros, mejor dicho, hasta el mono de la pila y el tigre mono, no podemos seguir pasando de agache. Hay que volver escenarios de cultura las casas, las calles y las plazas, las aulas, las oficinas y los templos; las cabinas de radio, televisión y sus congéneres, las neuronas de la publicidad, las rotativas de periódicos, las academias y bibliotecas, en fin, todo y todos tenemos que estar en la jugada y haciéndole a la sisaca, porque el que no mete no saca.

Mis amores son del campo
y yo vivo en la ciudad,
amores que van y vienen
no tienen seguridad.

La china que yo tenía
se jue pa la capital,
de nada valió querela
pues no quiso regresar.

(Fragmento de La China que yo tenía. J. Velosa)

Me late que en la relación campo-ciudad, incluida la cultura del verbo, el campo siempre ha
llevado del bulto o, como en el juego del trompo, el que ha pagado los quines.

A nosotros los del campo
no nos cantan el entierro
y nos ponen cruz de palo,
us no alcanza pa de fierro.

No somos ni más ni menos,
simplemente diferentes,
por eso yo lo respeto
y espero que me respete.

(J. Velosa)

De ese respeto, del que la copla habla, ejercido a lo bien, puede surgir un fecundo amancebamiento cultural urbano-campesino, donde, al final, la flor de la vida será la gananciosa, porque el espíritu y la mente barbecharán más libres los campos de la creación y del saber.

Cuatro días tengo de jiestas
a partir del día de hoy,
domingo, lunes y martes,
hasta el miércoles me voy,
eso es si me da la gana
o si no, pu´aquí me toy.

Ahorita me voy de aquí,
como todos lo verán,
y a la vuelt’e mis espaldas
sabe Dios lo que dirán,
que es maña del que se queda
hablar de los que se van.