Que Fue de nosotros el día que no volvimos a visitarnos,
los alguitos con chocolate caliente y arepa de maíz sin pilar y los chismes y los recuerdos, y estos con sus risas y estas con sus respectiva dicha entre begonias y Novios que quedaban cortos al amoroso abrazo que la tarde le daba a los corredores, donde la luz también hacia de las suyas de manera caprichosa sobre las cortinas y calados de las ventanas.
Solíamos ver después a las tías cargadas con piecitos de todas las matas, aprovechando la luna menguante para robar dalias, amapolas, besos y ensueños,
como si la luna fuera la celestina de estos extravíos florales.
Nos quedaron algunos cuentos y poemas, varias canciones,
nos quedó el sentir del pueblo que no ha olvidado la conversa,
nos quedó la nostalgia, ahora que en vez de abrazo hacemos clic
y en vez de visitar los corredores entablados de los parientes y amigos
en busca del encuentro, nos buscamos en la Web
con la esperanza de no ser más que un recuerdo.
los alguitos con chocolate caliente y arepa de maíz sin pilar y los chismes y los recuerdos, y estos con sus risas y estas con sus respectiva dicha entre begonias y Novios que quedaban cortos al amoroso abrazo que la tarde le daba a los corredores, donde la luz también hacia de las suyas de manera caprichosa sobre las cortinas y calados de las ventanas.
Solíamos ver después a las tías cargadas con piecitos de todas las matas, aprovechando la luna menguante para robar dalias, amapolas, besos y ensueños,
como si la luna fuera la celestina de estos extravíos florales.
Nos quedaron algunos cuentos y poemas, varias canciones,
nos quedó el sentir del pueblo que no ha olvidado la conversa,
nos quedó la nostalgia, ahora que en vez de abrazo hacemos clic
y en vez de visitar los corredores entablados de los parientes y amigos
en busca del encuentro, nos buscamos en la Web
con la esperanza de no ser más que un recuerdo.
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